Nuestro viaje comenzó por Santiago, donde nos encontramos con mucho frío y lluvia continua desde la noche de nuestra llegada hasta la noche del día siguiente. Eso no impidió que lo disfrutáramos. A la mañana del tercer día, que amaneció totalmente despejada, nos tomó de sorpresa ver la imponente presencia de las cumbres nevadas de la cordillera andina desde la Plaza de Italia, a dos cuadras de nuestro hotel.
Lima es muy bella, pero no me gustó su cielo gris, color "panza de burra" como lo definen los limeños. Al parecer es así casi todo el año. Para compensar la tristeza de su cielo, llenan de color sus plazas y jardines... y los platos de su riquísima cocina (en la foto: un cebiche mixto en el restaurante Alfresco).
En Cusco y Machu Picchu nos tocaron unos días con un cielo espléndidamente azul. Casi toda la ciudad de Cusco es de casas con techo de teja, ciudad de techos rojos como alguna vez fue Caracas. Como a todos los visitantes, nos impresionó la perfección de las paredes de piedra del tiempo de los incas, muchas de las cuales sirven de base a monumentos e iglesias coloniales. El Qorikancha es uno de ellos, que alberga actualmente el Convento de Santo Domingo.
La primera de las fotos a continuación es de una calle de Cusco; la siguiente: un plato de cuy asado, una especialidad de la zona. El cuy es el cobayo, o conejillo de indias. Más que el propio cuy (todo piel y huesos) me gustó el rocoto relleno con el que lo acompañaron. El rocoto es un ají picante del tamaño aproximado de un pimentón mediano. La tercera: en Sacsaywaman, en una colina que domina Cusco. La última, una vista de Machu Picchu.
Más fotos:
Santiago:
http://picasaweb.google.es/avasquezd/20080526EnSantiago
Buenos Aires:
http://picasaweb.google.es/avasquezd/20080529EnBuenosAires
Lima:
http://picasaweb.google.es/avasquezd/20080603EnLima
Cusco y Machu Picchu:
http://picasaweb.google.es/avasquezd/20080604EnCuscoYMachuPicchu
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Alejandro