Anticáncer - una nueva forma de vida (2)

El capítulo 2 del libro de Servan-Schreiber se titula "Librarse de la estadística" (pudiera ser también: "Librarse del miedo a la estadística"). Presenta en él el caso de Stephen Jay Gould, un zoólogo de 40 años, eminente investigador, a quien se le diagnosticó un tipo muy raro de cáncer, para el cual la media de supervivencia era de ocho meses. Cuando se enteró de ese valor, buscando en la bibliografía -porque su médico no quiso decírselo- fue presa del pánico y se quedó paralizado por varios minutos tratando de digerir tan mala noticia. Cuando finalmente logró recuperarse, apeló a su formación científica y a su conocimiento de que en la naturaleza no hay ninguna regla fija que se aplique a todo del mismo modo, y de que la estadística es una manera que ha encontrado la mente humana para imponer orden a la enorme variedad de casos individuales, "para el Gould individuo, la cuestión era saber qué lugar ocupaba él en el espectro de variaciones existente por encima y por debajo de la mediana".

Aquí viene al caso un gráfico para ayudar a comprender a qué se refiere esto último:


La mediana, nos dice la Wikipedia...
...es el valor de la variable que deja el mismo número de datos antes y después que él, una vez ordenados estos. De acuerdo con esta definición el conjunto de datos menores o iguales que la mediana representarán el 50% de los datos, y los que sean mayores que la mediana representarán el otro 50% del total de datos de la muestra.
En el gráfico, en lugar de los 8 meses del caso que presenta el libro (un valor muy atemorizante), he usado una mediana de 7 años. El área gris a la izquierda de la mediana representa el número de las personas que habrian fallecido antes y hasta los 7 años después de haber sido operados y tratados, que serían el 50% del total de los casos. Las áreas blanca y naranja que se encuentran a la derecha, representan a las personas que habrían sobrevivido más de 7 años, el otro 50%. Pero el área naranja es la que realmente nos interesa: allí estarían las personas que sobrevivieron un buen número de años, y pueden ser muchos, pues el que se fije bien, verá que la línea roja nunca llega a unirse con la línea azul que representa 0 casos, o sea que si siguiéramos prolongando la línea roja hacia la derecha, podríamos seguir encontrando unos pocos casos de personas que sobrevivieron muchos años, 30, 40, 50 o más (recuerden el caso de Cathy Aiken que apareció en el Colondario). Según vimos en Anticáncer - una nueva forma de vida (1), la aparición del cáncer sí guarda relación con nuestro estilo de vida, con cómo nos alimentamos, con si hacemos o no ejercicio, con la manera como nos enfrentemos al stress, con si vivimos una vida plena y con significado. No depende del azar, ni de nuestros genes. Es decir, el que logremos ubicarnos en el área naranja del gráfico, depende de nosotros, de que adoptemos un estilo de vida más saludable y de nuestra actitud ante la vida.

Dice David Servan-Schreiber:
Stephen Jay Gould moriría veinte años después a causa de otra enfermedad. Le dio tiempo a recorrer un largo camino, una de las carreras científicas más admirables de su época [...] había vivido treinta veces más de lo que los oncólogos habían predicho.
La lección que nos enseña este gran biólogo es muy sencilla: las estadísticas son mera información, no una condena. Cuando se tiene cáncer y se quiere luchar contra la fatalidad, el objetivo es cerciorarse de que se está en la larga cola de la curva.

Y, finalmente:
...las estadísticas sobre el cáncer que se nos dan a conocer no diferencian entre personas que se conforman con aceptar pasivamente el veredicto médico y aquellas que movilizan sus propias defensas naturales. En la misma "mediana" se mezclan los que siguen fumando, los que siguen exponiéndose a otras sustancias carcinogénicas, los que siguen alimentándose con la típica comida occidental (que es un fertilizante para el cáncer...), los que siguen saboteando sus propias defensas estresándose en exceso y descontrolando sus sentimientos y emociones, o los que se abandonan y privan a su cuerpo de ejercicio físico.
Y dentro de esa misma "mediana" están los que viven muchos más años, probablemente debido, además de a los beneficios de los tratamientos convencionales a los que se someten, a que de alguna manera han galvanizado sus defensas naturales. Son personas que han hallado la armonía en este sencillo cuarteto: desintoxicación de sustancias carcinógenas, alimentación anticáncer, adecuada actividad física y búsqueda de la paz emocional.

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