Viernes 20 y Sábado 21/07/2007
Hoy domingo 22/07/2007 me pongo al día con el diario de mi quimio. Siempre he escrito al final del día, y el viernes estuvimos celebrando el grado de Geógrafa de mi nuera (¡Bravo, Ónix Carolina!). Ayer, estuvieron de visita en mi casa mis amigos y ex-alumnos Ronald (Tibu, el de los comentarios) y Claudio, con quienes compartí muy buenos cuentos y una botella de ron que se trajeron (ellos, el gusto, yo, sólo el aroma). Se fueron algo tarde, así que, en ambos casos, estaba cansado para sentarme ante la computadora.
No ha habido mayores novedades en mi proceso durante estos dos días, en cuanto a cómo me he sentido: bien, en general.
No empecé este blog con la intención de no ser atosigado por las preocupaciones de los amigos, pues no me he sentido así. Más bien, agradezco las manifestaciones de afecto y ofertas de ayuda y apoyo que he recibido. Sin embargo, puede ser una opción para quien se sienta abrumado por gente que llama sin cesar, tal como se plantea en el libro Sanar es un viaje (The healing journey) de Carl O. Simonton y Reid Henson - Ediciones Urano (lo busqué mucho sin éxito en librerías de Caracas. Finalmente pude encontrarlo en el Centro Integral Pomaire (A. Luis Roche, Edif. Santa Clara, PB, Ofic. 1, Altamira - Tlf.: 266.87.73 / 266.81.23)
Además del libro de Simonton / Henderson, me han sido de mucha ayuda los talleres de la Dra. Marianela Castés Boscán, químico e inmunólogo venezolana. Ofrece regularmente talleres de un día (un sábado, generalmente) y de seis días:
Hoy domingo 22/07/2007 me pongo al día con el diario de mi quimio. Siempre he escrito al final del día, y el viernes estuvimos celebrando el grado de Geógrafa de mi nuera (¡Bravo, Ónix Carolina!). Ayer, estuvieron de visita en mi casa mis amigos y ex-alumnos Ronald (Tibu, el de los comentarios) y Claudio, con quienes compartí muy buenos cuentos y una botella de ron que se trajeron (ellos, el gusto, yo, sólo el aroma). Se fueron algo tarde, así que, en ambos casos, estaba cansado para sentarme ante la computadora.
No ha habido mayores novedades en mi proceso durante estos dos días, en cuanto a cómo me he sentido: bien, en general.
No empecé este blog con la intención de no ser atosigado por las preocupaciones de los amigos, pues no me he sentido así. Más bien, agradezco las manifestaciones de afecto y ofertas de ayuda y apoyo que he recibido. Sin embargo, puede ser una opción para quien se sienta abrumado por gente que llama sin cesar, tal como se plantea en el libro Sanar es un viaje (The healing journey) de Carl O. Simonton y Reid Henson - Ediciones Urano (lo busqué mucho sin éxito en librerías de Caracas. Finalmente pude encontrarlo en el Centro Integral Pomaire (A. Luis Roche, Edif. Santa Clara, PB, Ofic. 1, Altamira - Tlf.: 266.87.73 / 266.81.23)
Sé de otros pacientes a quienes se les hacen pesadas las llamadas telefónicas de gente que les expresa sus buenos deseos. Parece que son muchas las personas que tiene que contar alguna historia escalofriante referida al cáncer, o que están aterradas de saber que usted lo tiene y no saben ocultarlo. A veces se hace difícil defenderse de esas llamadas, especialmente cuando provienen de amigos íntimos o de miembros de la familia…Sugiere entonces Simonton grabar en la contestadora del teléfono un mensaje como por ejemplo “decir a los que llaman que está ocupado trabajando por su salud y que cuando tenga un momento ya los llamará, o bien que no puede atenderles, o pedirles que llamen a una tercera persona para pedir información o que dejen un mensaje grabado”. No es mi caso, porque he tenido la suerte de que mis familiares y amigos que lo saben me llaman de vez en cuando para preguntarme cómo va todo, como me siento, pero sin llegar a hacerme sentir incómodo. Me han ofrecido apoyo en general, y me lo han dado con mucha sensibilidad. En ningún caso con “historias escalofriantes” (sí me ha parecido percibir en algunos amigos algo de temor que los ha llevado a alejarse un poco de mí. Imagino que tal vez no saben cómo hablarme o escribirme sin dejarme sentir su miedo por mi enfermedad). Pero tal como Simonton propone el uso de la contestadora, podría servir un blog para ese fin, para quien prefiera mantener a sus familiares y amigos un tanto a distancia para no sentirse invadidos o amenazados.
Además del libro de Simonton / Henderson, me han sido de mucha ayuda los talleres de la Dra. Marianela Castés Boscán, químico e inmunólogo venezolana. Ofrece regularmente talleres de un día (un sábado, generalmente) y de seis días:
- Psiconeuroinmunología o cómo apropiarse del sistema inmune (1 día)
Brindamos a los participantes el conocimiento sobre el sistema inmunológico, sus características y funcionamiento, así como sus desarreglos que pueden conducir a enfermedades autoinmunes y también al cáncer. El objetivo principal es que se apropien de su sistema inmune y lo pongan a trabajar a su favor. Proporcionamos las bases científicas de la Psiconeuroinmunología (PNI) y de cómo el estrés afecta la respuesta inmunológica. Además, los participantes adquieren una herramienta que es la imaginación guiada con el sistema inmunológico. Se realizan dos ejercicios durante el taller, a fin de aumentar la actividad de su sistema inmune.
- Biología de las creencias (1 día)
El taller ofrece a los participantes los conocimientos sobre la célula base fundamental de la vida y sus componentes principales: las proteínas y el ADN. El objetivo consiste en brindar la oportunidad a las personas para que se apoderen de la información y las técnicas que les permitan no ser “ víctimas” de sus genes, sino protagonistas activos, tanto en el mantenimiento de su salud, como en el proceso de recuperación, en caso de enfermedad. Proporcionamos las bases científicas para explicar cómo las creencias se transforman en biología del organismo. ¿Son culpables los genes de nuestras enfermedades? NO. Demostraremos en base a los últimos hallazgos científicos de la biología celular como las percepciones y creencias procesadas por la membrana celular, son las que verdaderamente regulan el comportamiento biológico del organismo.
- Programa de Apoyo Psicosocial para Personas con Enfermedades de Alto Riesgo (6 días: lunes a sábado - en éste no he participado todavía)
Mediante un abordaje integral que tome en cuenta los aspectos emocionales, psicológicos y espirituales del individuo y su entorno, así como del marco de sus creencias, se evalúa su propósito de vida y se le proporciona información sobre el sistema inmune como un aliado de excepción en su proceso de recuperación.
Creo que has tocado varios puntos importantes. Me llevara varias dias comentartelos todos, o al menos los que crea, o los que pueda! jaja Con este ritmo de vida, es enredado siempre. Un punto es el de los cuentos escalofriantes. Creo, digo yo, que lo mejor es asumirlos y sin embargo no creo que sea util regodearse en ellos (se que tu no, lo escribo para otras personas que lean aca) Asi como hay cuentos escalofriantes, tambien hay cuentos que pueden llenar de optimismo y fe. Un buen amigo mio, se cuida bastante: su papa y su mama han sufrido de cancer, asi que con esos antecedentes "penales", pues, se cuida y bastante, pero el punto es que sus padres estan VIVOS y en BUEN estado de salud, el padre sufrio cancer de colon (el de el hace que el tuyo parezca de juguete: a el le quitaron 32cm de colon, ella sufrio de cancer de mama) O sea, que es perfectamente posible ganarle la pelea a esta terrible enfermedad ¿por que los humanos nos empeñamos en mirar el lado malo cuando es posible mirar el lado bueno de las cosas? El punto no es quedarme parado mirando el caucho que se me espicho, ni recordar toda la gente que se ha quedado varada sin una rueda, sino ver que carrizo hago para cambiar y revertir la situacion y seguir adelante. Siempre hay lecciones de vida en todo lo que nos acontece. Creo que lo que mas me agrado de visitarte, fue encontrarte muy bien dispuesto de animo. El optimismo y la fe, tienen mejor efecto en ti, y en quienes te rodean, que cualquier medicamento que tomes. Sanar el cuerpo comienza por sanar nuestra mente. Tambien te pediria que confiaras en Dios. El sabe por que te hace pasar por esta etapa en tu vida.
ResponderBorrarEstoy de acuerdo, Tibu, en que no podemos quedarnos mirando el caucho vacío y lamentándonos. En cada momento hay que tomar la decisión que corresponda para recuperar la salud: ¿hay que operarse? ¡hay que operarse! ¿hay que tratarse con quimioterapia? ¡pues, hay que hacerlo! y con la actitud de saber que estamos haciendo lo necesario para estar bien, y que lo lograremos. Importante también en cada momento es sentir que estamos en buenas manos. Si tenemos alguna duda en el cirujano o en el médico que nos trata, pues ¡ese no es, y hay que seguir buscando! Si no tenemos confianza en ellos, estamos mal.
ResponderBorrarDebemos, por otra parte, asumir una actitud diferente a la del paciente pasivo que solamente recibe un tratamiento, pasando a tomar parte activa en nuestro proceso de curación.
Y, al final, revisar en nuestra vida pasada qué nos llevó a la enfermedad y qué tendríamos que cambiar para que no vuelva a ocurrirnos.