Hoy sí caminé. Lo hice por calles con menos pendiente que por donde he caminado hasta ahora, por si acaso la rodilla...
Más tarde, después de la ducha y el desayuno, acompañé a Jorge a llevar el Jimny de Diego a reparar el aire acondicionado. De allí pasamos por el supermercado a buscar lo necesario para un marmitako para el almuerzo (hace tiempo que no lo hacíamos). El atún ya lo había comprado en mi última visita a la pescadería, cuando me regaló Vito la lamparosa.
Llevé a lavar el carro de Carmen, que tenía unos cuantos días parado bajo los árboles y estaba, por supuesto, sucísimo. Cuando regresé a la casa, ya Carmen y Jorge tenían adelantado el marmitako; yo di los últimos toques. Este marmitako estaba repotenciado con el caldo de carite, roncador y cangrejos.
En la tarde llevé también mi carro a lavar, antes de ir a la clase de Finale. Al regreso, pasé por Locatel, compré los sueros y lo que me faltaba de la premedicación: ampollas de dexametasona y de ranitidina.
En Licores Mundiales compré, además de arenque y quesos, un chorizo de pavo, más sanito que uno de cerdo, pero nos dio risa el ver en los ingredientes: magro de pavo (¡qué bien!), grasa de pato (¡ya no tan bien!), je je. Con eso y un par de panes gallegos de la panadería Mangdala, cenamos.
Más tarde, después de la ducha y el desayuno, acompañé a Jorge a llevar el Jimny de Diego a reparar el aire acondicionado. De allí pasamos por el supermercado a buscar lo necesario para un marmitako para el almuerzo (hace tiempo que no lo hacíamos). El atún ya lo había comprado en mi última visita a la pescadería, cuando me regaló Vito la lamparosa.
Llevé a lavar el carro de Carmen, que tenía unos cuantos días parado bajo los árboles y estaba, por supuesto, sucísimo. Cuando regresé a la casa, ya Carmen y Jorge tenían adelantado el marmitako; yo di los últimos toques. Este marmitako estaba repotenciado con el caldo de carite, roncador y cangrejos.
En la tarde llevé también mi carro a lavar, antes de ir a la clase de Finale. Al regreso, pasé por Locatel, compré los sueros y lo que me faltaba de la premedicación: ampollas de dexametasona y de ranitidina.
En Licores Mundiales compré, además de arenque y quesos, un chorizo de pavo, más sanito que uno de cerdo, pero nos dio risa el ver en los ingredientes: magro de pavo (¡qué bien!), grasa de pato (¡ya no tan bien!), je je. Con eso y un par de panes gallegos de la panadería Mangdala, cenamos.
Eduardo, mi sobrino, nos recomendaba a Tibu y a mi, en un reciente comentario, un disco de Weather Report, Heavy Report, del que aprecia especialmente la calidad de bajista del genial y malogrado Jaco Pastorius. Aquí va una de las pistas de ese disco, Teen Town:
en el otro post olvide comentarte que cuando la rodilla esta mal, evites las pendientes. No te hace daño la subida, pero si la bajada, que es donde sufren mas las rodillas
ResponderBorrarSí, por eso caminé por otras calles, bastante más en plano. La subida de aquí hacia el Club Táchira, hasta el CEAPUCV es bien empinada. Debes conocerla.
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