Viernes 2/11 (día 12)
En la mañana no fui a caminar (lo había hecho ayer en la noche). Después del desayuno estuve trabajando un rato en la actualización del sistema de inscripciones de la XIV JAI. Más tarde fui al supermercado a buscar algunas cosas que hacían falta para una ratatouille que Carmen iba a preparar para el almuerzo. Ella la prepara a veces cuando Diego no viene a almorzar, porque si no él pregunta si no hay nada para comer que tenga papá y mamá.
Después fui a lavar el carro, que lo merecía, y me llegué hasta el boulevard de Sabana Grande a cambiar la batería del monitor de ritmo cardíaco (Polar A3) que hace tiempo que teníamos guardado. Cuando lo fui a buscar para usarlo en las caminatas, la batería estaba muerta. Tenía mis dudas, porque en la página de Polar decía que de no hacer ese reemplazo con un servicio autorizado, podría dañarse irreparablemente el monitor. Al tipo donde lo llevé le dije que yo creía que usaba una pila CR 2032, las mismas que usan las computadoras de escritorio para mantener la hora y fecha, entre otras cosas, pero el señor conocía el Polar y me dijo que usaba una pila de 1, 5 voltios que cuesta Bs. 15.000. Me la cambió y el aparatejo revivió en seguida.
Almorzamos con nuestra ratatouille, que siempre le queda rica a la Carmen, y en la tarde fui a darle su clase de Finale a mi alumna de los viernes.
Ayer había pasado con Jorge por Licores Mundiales, cuando veníamos de vuelta de buscar las medicinas en el Domingo Luciani, y compramos algunos quesitos para hoy: un pedazo de queso fetta, otro de provolone affumicato, una cajita de Sr. Maur Societé du Château, hecho en Venezuela, a pesar del nombre y de la marca. Los hace en Portuguesa una familia de apellido Castillo, de ahí sacaron el nombre du Château. Es un quesito redondo que viene en una cajita de madera. El sabor es fuerte y el olor lo es más todavía. Es de esos quesos hediondos pero sabrosos. Con éste, especialmente, me hace falta un vinito tinto para limpiar las papilas (¡ya volverá!). Hacen también camembert, y en el enlace puede verse que iban a empezar a hacer un reblochon y un roquefort, que no he visto en el mercado, a pesar de que el post es del año 2005. Más tarde en el supermercado, Jorge compró también una bandejita de bresaola, un embutido bien magro. Claro que el que compró no es la maravilla italiana que se cuenta en el blog Diario del Gourmet de Provincias y del Perro Gastrónomo, sino una copia -tal vez pálida- hecha en Venezuela, aunque no estaba nada mal.
Sábado 3/11 (día 13)
Fuimos en la mañana a la práctica de Chi-Kung. Cuando llegamos no había nadie en el lugar de encuentro. Esperamos unos minutos y apareció Isolina, otra miembro del grupo con mucha experiencia, que a veces suple las ausencias del profesor. Nos dijo que el sifu la había llamado porque tenía un caucho vacío y que no llegaría a tiempo, que empezara ella con la práctica. Esperó unos minutos más y comenzó con los cuatro que estábamos. Hicimos la práctica completa con ella, y el maestro llegó cuando ya íbamos camino al estacionamiento. Como había yo imaginado, el caucho de repuesto también estaba vacío ¡!
Almorzamos con un arroz vietnamita de un recetario viejo que teníamos por ahí. No sé qué tiene de vietnamita porque tiene lo que un arroz chino, menos los brotes de frijol, y sabe a arroz chino. La receta era con cerdo, pero lo hicimos con milanesas de pollo.
En la mañana no fui a caminar (lo había hecho ayer en la noche). Después del desayuno estuve trabajando un rato en la actualización del sistema de inscripciones de la XIV JAI. Más tarde fui al supermercado a buscar algunas cosas que hacían falta para una ratatouille que Carmen iba a preparar para el almuerzo. Ella la prepara a veces cuando Diego no viene a almorzar, porque si no él pregunta si no hay nada para comer que tenga papá y mamá.
Después fui a lavar el carro, que lo merecía, y me llegué hasta el boulevard de Sabana Grande a cambiar la batería del monitor de ritmo cardíaco (Polar A3) que hace tiempo que teníamos guardado. Cuando lo fui a buscar para usarlo en las caminatas, la batería estaba muerta. Tenía mis dudas, porque en la página de Polar decía que de no hacer ese reemplazo con un servicio autorizado, podría dañarse irreparablemente el monitor. Al tipo donde lo llevé le dije que yo creía que usaba una pila CR 2032, las mismas que usan las computadoras de escritorio para mantener la hora y fecha, entre otras cosas, pero el señor conocía el Polar y me dijo que usaba una pila de 1, 5 voltios que cuesta Bs. 15.000. Me la cambió y el aparatejo revivió en seguida.
Almorzamos con nuestra ratatouille, que siempre le queda rica a la Carmen, y en la tarde fui a darle su clase de Finale a mi alumna de los viernes.
Ayer había pasado con Jorge por Licores Mundiales, cuando veníamos de vuelta de buscar las medicinas en el Domingo Luciani, y compramos algunos quesitos para hoy: un pedazo de queso fetta, otro de provolone affumicato, una cajita de Sr. Maur Societé du Château, hecho en Venezuela, a pesar del nombre y de la marca. Los hace en Portuguesa una familia de apellido Castillo, de ahí sacaron el nombre du Château. Es un quesito redondo que viene en una cajita de madera. El sabor es fuerte y el olor lo es más todavía. Es de esos quesos hediondos pero sabrosos. Con éste, especialmente, me hace falta un vinito tinto para limpiar las papilas (¡ya volverá!). Hacen también camembert, y en el enlace puede verse que iban a empezar a hacer un reblochon y un roquefort, que no he visto en el mercado, a pesar de que el post es del año 2005. Más tarde en el supermercado, Jorge compró también una bandejita de bresaola, un embutido bien magro. Claro que el que compró no es la maravilla italiana que se cuenta en el blog Diario del Gourmet de Provincias y del Perro Gastrónomo, sino una copia -tal vez pálida- hecha en Venezuela, aunque no estaba nada mal.
Sábado 3/11 (día 13)
Fuimos en la mañana a la práctica de Chi-Kung. Cuando llegamos no había nadie en el lugar de encuentro. Esperamos unos minutos y apareció Isolina, otra miembro del grupo con mucha experiencia, que a veces suple las ausencias del profesor. Nos dijo que el sifu la había llamado porque tenía un caucho vacío y que no llegaría a tiempo, que empezara ella con la práctica. Esperó unos minutos más y comenzó con los cuatro que estábamos. Hicimos la práctica completa con ella, y el maestro llegó cuando ya íbamos camino al estacionamiento. Como había yo imaginado, el caucho de repuesto también estaba vacío ¡!
Almorzamos con un arroz vietnamita de un recetario viejo que teníamos por ahí. No sé qué tiene de vietnamita porque tiene lo que un arroz chino, menos los brotes de frijol, y sabe a arroz chino. La receta era con cerdo, pero lo hicimos con milanesas de pollo.
Hace días que no inserto nada de música. Aquí va una interesante versión en ritmo de merengue de A night in Tunisia, de Dizzie Gillespie, por C4 Trío, grupo conformado por tres cuatristas, Jorge Glem, Edward Ramírez y Héctor Molina.
Creo que lo del sabado fue algo generalizado Gran Gu. Mi tia no fue al Chi Kung porque estaba en un retiro con un lama (no me preguntes cual ni donde, porque ni idea, yo solo se que tenia que ir alla a pasear el perro el sabado) y mi cuaima no fue a su pakua porque se iba a la concentracion de la Av Victoria, como no tenia que llegar alla puntual, pues sali un oco mas tarde de lo habitual y al llegar alla me encontre con el Si-fu sentadito en los bancos con UNA sola alumna de la clase delas 9:30 y UNA mas de la clase de las 11 y ya eran las 10:30 A las 11 llego una alumna mas y ese fue todo el quorum del dia. Imagino que las marchas y contramarchas afectarian la asistencia, ademas del tiempo, que no estaba nada bonito. De hecho, nos llovio al final y no pudimos hacer la practica del baston
ResponderBorrarTe descubro por el enlace que haces a mi blog.
ResponderBorrarEstupenda idea la de este diario.
Ánimo.
Amigo Gourmet de Provincias:
ResponderBorrarMuchas gracias por tu visita y tu comentario desde Santiago de Compostela.
Agregué tu blog a mis favoritos para seguir leyéndolo con frecuencia. Te mando éste de un japonés que vive en Mérida (Venezuela), donde tiene un restaurant. Takeshi vivió un tiempo en Santiago, donde trabajó en el restaurant de Toñi Vicente: El blog de Takeshi
Por lo que veo en el Blog de Flavia G, ella ya escribe mejor de lo que habla :) ¡Felicitaciones!
Una pregunta: ¿cómo puedo saber quién hace enlaces a mi blog?
Saludos
Tibu:
ResponderBorrarNo entendí quién tenía que pasear al perro, ¿Alcira?, ni si ese paseo tiene que ver con el Lama.
O sea que el sábado fue de embarque total. Temprano el tiempo no estaba mal, se fue descomponiendo a medida que transcurría la mañana.
Un abrazo
no no no no no mi tia estaba de retiro con algun lama de no se que y como ella no estaba, pues me encomendaron ir a pasear al perro. No se si el paseo del perro tiene que ver con el lama, pero como un lama debe tener relacion con todo,pues imagino que el paseo si tiene relacion ¿o no? ¿entendiste? La verdad, a estas alturas, ya nise si pasee el perro o o si el perro me paseo a mi o si el lama se comio al perro o que se yo, esta muy enredado esto chamo
ResponderBorrarAh, Tibu, ya entiendo porqué no entendí nada.
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