Otro cierre

¡Tiempo sin asomarme por aquí!, ¿verdad?

El pasado lunes 31 de marzo me operaron nuevamente, esta vez de la eventración que quedó como consecuencia de la primera operación, y a la vez me retiraron el catéter con el que se me administró la quimioterapia. Así que con eso termino de cerrar un gran ciclo.

Esta operación se fue demorando porque no quisimos perder una semana que teníamos programada en Margarita. Allí estuvimos del 7 al 14 de marzo.

El 8 era el cumpleaños de Carmen y lo celebramos en un restaurant del que habíamos leído muy buenos comentarios: La Casa de Esther, en la población de Pedro González. La verdad es que la comida y la atención estuvieron a la altura de la ocasión. Tequeños a la Esther, con masa de plátanos y batata, servidos con chutney de jengibre (foto 1), filete en salsa ahumada de erizos y vieiras, curry-masala de cazón, budín de queso con coulis de guayaba (foto 2) y helado de auyama servido sobre arroz con leche fueron la entrada, los platos y los postres por los que nos decidimos. Volveremos, aunque sea nada más que para probar los calamares rellenos con chorizo y pistachos. Otro restaurant que conocimos y que recomendamos ampliamente es La Pimienta, en Porlamar.

Antes de ir a tomar el ferry paramos en Conejeros a comernos nuestras últimas empanadas del viaje, de cazón, de chorizo y de camarones, y entramos al mercado a comprar unos ajíes margariteños, unos tomates idem, que terminaron quedándosenos después en la nevera de Diego en Maturín. El siguiente fin de semana vino a Caracas y nos trajo los ajíes. Los tomates se los comió.

Al regreso de Margarita, seguimos de Puerto La Cruz hacia Maturín para pasar el fin de semana con Diego, allá donde está trabajando. Lo pasamos muy bien con él. El domingo fuimos a conocer la Cueva del Guácharo, visita que teníamos pendiente desde nuestra luna de miel, cuando nos llegamos un día hasta allá desde Puerto La Cruz, pero no había visitas a la cueva, no recordamos por qué. Al regreso de la cueva hacia Caripe, comimos en un restaurancito bien agradable, llamado algo así como "Vista al valle" (puedo buscar el nombre exacto en la Guía de Valentina Quintero, donde lo habíamos visto reseñado).

Después de comer pasamos al otro lado de la carretera a ver unas orquídeas en una casita, y Carmen se compró una muy bonita. Pasamos un buen rato allí, conversando con la señora que las vendía y su esposo que, como dice ella misma, es quien tiene buena mano para las matas. Ellos cuentan que hace varios años tenían un jardincito, y los turistas que pasaban por el frente se paraban para comprar, pero ellos no vendían. Siguieron la sugerencia que les daban y terminaron montando un vivero donde tienen muchos tipos de orquídeas que se les dan muy bien en ese clima, y gracias a la buena mano del señor. En el restaurant, Carmen había preguntado dónde podría comprar orquídeas por esos lados, y la señora le dijo que llegando a Caripe había un buen vivero, así que tuvimos que pararnos allá, porque si no ¡quién la aguanta! Había muchas interesantes, y se compró tres, entre ellas una muy extraña que no conocía (en la foto).

Comentarios

  1. Hola Alejandro, me alegran mucho estas buenas noticias (y me dan hambre jaja). Que bueno Maestro =)
    ¡Abrazón!

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  2. Gracias, Alvaro.

    Un abrazote para ti también.

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  3. Hola Alejandro, muchas gracias por tus comentarios. Estoy abierta a recibir sugerencias sobretodo después de tu reseña margariteña veo que te gusta el tema!!
    Luego de ver este blog, me contenta que el apetito esté intacto! Mucha salud! y mucho gusto.

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  4. Zinnia:

    Sí, me gusta el tema, y comer sabroso también. Y, efectivamente, mi apetito sigue intacto, como bien dices.

    Ya que estás abierta a recibir sugerencias, aquí van algunas:

    Come a casa - 1ª Av. de Los Palos Grandes.
    Hace algún tiempo que no voy, pero recuerdo con placer su minestra siciliana, su pasta con calamares rellenos y, sobre todo, la panacotta con Nutella o con coulis de frutas -prefiero esta última.

    Pastelería La Suiza - Edif. Venere de la Av. Altamira, San Bernardino.
    Allí tienen dulces muy delicados. Con frecuencia compramos unos cachitos de nueces, buenísimos para el desayuno del domingo.
    Mi nuera pasó por allí esta semana y me dijo que estaba cerrada, y con unos carteles que no se acercó a leer. ¡Espero que sea temporal!

    Pastelería Sabrina - Calle Miguel Ángel, en Colinas de Bello Monte.
    Sus polvorones y sus masitas de mazapán son muy buenos.

    Arepa factory - 2ª Transversal entre Av. Andrés Bello y 2ª Av. Los Palos Grandes.
    Tienen unas arepas que no conseguirás en otra arepera: salmón ahumado y queso crema, pez espada ahumado con tomate y aceite de oliva, capresa romana (con queso telita, tomate seco y rúgula) y unas cuantas más.

    El Cafetín de Las Corocoras - Parque del Este, al lado del estanque de las corocoras: tienen unos buenos desayunos criollos, como para sábado o domingo.

    Pastelería Galia - Av. Principal de La Carlota, Ed. Miranda, P.B.
    Me acabo de enterar por la Guía de Miro Popic que cambió de dueños, pero estuve no hace mucho y seguía teniendo muy buenos postres y quiches salados: de hongos, de ajoporro y la clásica quiche lorraine.

    Espero que por lo menos alguno de estos sitios no conozcas, para que la sugerencia valga la pena.

    Un abrazo

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Alejandro