El pasado jueves 11 tuve mi consulta de control con la Dra. Arbona. El miércoles en la mañana fui al laboratorio para hacerme los exámenes que me había indicado: hematología general, transaminasas, antígeno carcinoembrionario, los exámenes que me hacía de rutina durante la quimioterapia. Pedí además, que me hicieran el antígeno prostático, que hace ya casi un año que no me hacía.
Cuando llegamos a la clínica como a las 4 (la cita era para las 5 p.m.), nos encontramos con que no había luz. No sabíamos entonces que se trataba de un apagón en casi toda Caracas. Por supuesto, el laboratorio estaba cerrado. La Dra. me hizo pasar a las 4:30. Me encontró muy bien en el examen físico, gratamente sorprendida de que había bajado tanto de peso -entre la caminata y el Wii Fit (una maravilla), además de los nuevos hábitos alimenticios que hemos aprendido con un nutricionista he bajado casi 10 kilos desde mi última consulta con ella (con el nutricionista empezamos hace casi tres meses). Como no tenía los resultados de los exámenes, decidió bajar a buscarlos al laboratorio. Aunque estaba cerrado la atendieron, pero como las computadoras no estaban funcionando no pudieron imprimírselos. Al día siguiente en la mañana fui a buscarlos, los escanée y se los envié por correo electrónico y me respondió en seguida diciéndome que todo estaba muy bien. En particular, el antígeno carcinoembrionario subió ligeramente, pero es poco más de la mitad del valor más alto que tuve durante la terapia. En cuanto al prostático, está dentro del rango normal y algo más bajo que mi valor de enero de este año. Así que: ¡prueba superada!
Tengo cita nuevamente con ella en febrero, cuando tendré que llevarle resultados de colonoscopia, tomografía de abdomen y pelvis y exámenes de laboratorio más completos. La tomografía siempre representa un mal rato, no tanto por el examen mismo en el que siempre estoy dormido, como por la preparación para la cual tengo que tomarme varios vasos de una cosa espantosa. ¡Bueno!, creo que la próxima vez ya no será en seis meses como ha sido desde la operación, sino en un año.
Ahora nos disponemos a hacer las hallacas en familia la próxima semana, con la familia reducida pues Jorge está en Los Angeles y no podrá venir para este fin de año, sino a su consulta con la doctora que será también en febrero. Diego parece que no podrá venir desde Maturín sino el mismo 24. Así que no estaremos todos, pero igual las disfrutaremos. Ya Jorge y Ónix hicieron las suyas por allá, con la receta de la abuela. Unos amigos del trabajo trabajaron también con ellos. Parece que quedaron muy buenas.
Cuando llegamos a la clínica como a las 4 (la cita era para las 5 p.m.), nos encontramos con que no había luz. No sabíamos entonces que se trataba de un apagón en casi toda Caracas. Por supuesto, el laboratorio estaba cerrado. La Dra. me hizo pasar a las 4:30. Me encontró muy bien en el examen físico, gratamente sorprendida de que había bajado tanto de peso -entre la caminata y el Wii Fit (una maravilla), además de los nuevos hábitos alimenticios que hemos aprendido con un nutricionista he bajado casi 10 kilos desde mi última consulta con ella (con el nutricionista empezamos hace casi tres meses). Como no tenía los resultados de los exámenes, decidió bajar a buscarlos al laboratorio. Aunque estaba cerrado la atendieron, pero como las computadoras no estaban funcionando no pudieron imprimírselos. Al día siguiente en la mañana fui a buscarlos, los escanée y se los envié por correo electrónico y me respondió en seguida diciéndome que todo estaba muy bien. En particular, el antígeno carcinoembrionario subió ligeramente, pero es poco más de la mitad del valor más alto que tuve durante la terapia. En cuanto al prostático, está dentro del rango normal y algo más bajo que mi valor de enero de este año. Así que: ¡prueba superada!
Tengo cita nuevamente con ella en febrero, cuando tendré que llevarle resultados de colonoscopia, tomografía de abdomen y pelvis y exámenes de laboratorio más completos. La tomografía siempre representa un mal rato, no tanto por el examen mismo en el que siempre estoy dormido, como por la preparación para la cual tengo que tomarme varios vasos de una cosa espantosa. ¡Bueno!, creo que la próxima vez ya no será en seis meses como ha sido desde la operación, sino en un año.
Ahora nos disponemos a hacer las hallacas en familia la próxima semana, con la familia reducida pues Jorge está en Los Angeles y no podrá venir para este fin de año, sino a su consulta con la doctora que será también en febrero. Diego parece que no podrá venir desde Maturín sino el mismo 24. Así que no estaremos todos, pero igual las disfrutaremos. Ya Jorge y Ónix hicieron las suyas por allá, con la receta de la abuela. Unos amigos del trabajo trabajaron también con ellos. Parece que quedaron muy buenas.
Excelentes noticias Maestro! =)
ResponderBorrarEl viernes me consegui a Tin en el Banco y te recordamos.
Gran abrazo, feliz navidad a todos!
¡Gracias, Alvaro!
ResponderBorrar¿Cómo has estado? ¿Cómo van tus actividades con Cabijazz y Kapicúa? Estuve viendo tu página en Myspace, ¿el concierto en Missouri es con alguna de las dos agrupaciones?
Un gran abrazo, y feliz navidad.